El cloud computing es una serie de servicios informáticos a los que se accede directamente desde Internet, sin tener un programa físico instalado necesariamente en tu ordenador, o tener todos los datos almacenados en un servidor en la empresa.
Así, se pueden guardar documentos y acceder a ellos desde cualquier lugar y utilizando prácticamente cualquier dispositivo que se conecte a internet. Por lo tanto, una de las principales ventajas de este tipo de tecnología es el ahorro que puede llegar a generar.
Se ahorra porque no es necesario que la empresa tenga un servidor propio, ni que se compren determinadas licencias para utilizar algunos programas de ordenador. Además, se ahorran los costes que pueden derivar del mantenimiento de estos elementos.
Entre otros muchos servicios, los más utilizados por las empresas son los de correo electrónico, alojamiento de páginas web, realización de videoconferencias, creación y almacenamiento de documentos y en definitiva muchas herramientas que utilizan día a día en casi cualquier empresa.
Aún así, también existen algunas desventajas o, incluso, peligros. Toda la información estará almacenada en internet, y por lo tanto, no lo estará en tus servidores, así que pierdes el control sobre la misma, corriendo a suerte de tu proveedor la seguridad de dicha información.
Por ello siempre que vayas a contratar este tipo de servicios te cerciores bien de que el proveedor es serio y que cumple con todas las garantías, es decir, que se comprometa a que el servicio esté disponible permanentemente y que nadie ajeno pueda acceder a los datos, que exista una seguridad real y confidencialidad de la información y que se realicen copias de seguridad y se garantice la recuperación de toda la información en caso de su destrucción.
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